sábado, 7 de junio de 2014

LA COMPETENCIA PROFESIONAL

A veces se nublan los ojos con pequeñeces sobre nosotros mismos, por baja autoestima que los propios compañeros en un arrebato de celos nos provocan, por falta de consideración por el ambiente familiar al tratar de enmendar un comportamiento poco apropiado (que siempre se da). Nos sentimos poco apreciados, y es que nuestra profesión tiene eso: si aprende algo "me lo enseñó mi madre" y si no aprende nada "que mala es la maestra". Tenemos que pensar dos cosas importantes:
1. Que el proceso de aprendizaje se lleva a cabo en el interior de cada alumno. Él es quien se apropia de todo lo que se le enseña. ¿Por qué unos niños con 3 años están aprendiendo a leer, o aprenden lo que enseñas simplemente y otros no? Porque tienen más desarrolladas (interiormente) unas capacidades que le facilitan apropiarse de lo que enseñas. Esas capacidades son las que intentamos despertar y desarrollar en estos niveles, todo el entorno educativo, para que aprovechen su estancia en la Escuela.
2. Que la maestra sea capaz de llevar a cabo el proceso de enseñanza poniendo en práctica las capacidades que Fernando Trujillo, Doctor y especialista del Instituto Nacional de Tecnologías de la Educación y la Formación, expone en este vídeo tan interesante, sobre EL DESARROLLO PROFESIONAL, perteneciente al curso que acabo de realizar con él. Puedes entrar en Youtube y ver todos los que ha editado para este curso.


Reflexionar sobre lo que hacemos, sobre cómo son nuestros hijos, nuestros alumnos, y aceptarlos, a la vez que enmendamos; acercarnos a ellos con la sana intención de aportarles enseñanzas, habilidades, actitudes y valores buenos para su vida, para que sean personas socialmente ricas, se desenvuelvan con éxito en su ámbito de desarrollo; intentar conducirlos hacia los mejores puertos, y como siempre digo "que sean bombones, bombones", es mi única finalidad, mi intención.